El estrés laboral se ha convertido en una de las grandes enfermedades de nuestro tiempo. El índice de bajas laborales es tan elevado que incluso la propia Comisión Europea ha pedido a los países de la Uníón que desarrollen políticas específicas para combatir una dolencia que se encuentra como origen del 60% de los días perdidos.
Es momento de actuar, y hasta que las medidas institucionales lleguen, hacerlo de forma individual. ¿Qué podemos hacer para combatir este mal?
Si somos empresarios, podemos ayudar a nuestros empleados a disminuir su nivel de estrés (ayudándoles a priorizar, a conciliar sus tareas, apagando fuegos o recompensándoles por el trabajo bien hecho).
Al hablar de estrés es vital conocer donde están nuestros límites y poner en práctica alguna de las técnicas que nos van a ayudar a superar un momento de tensión.
Además es muy importante incorporar hábitos a nuestra vida que nos van a asegurar que nuestros niveles de estrés se reducen, prometiéndonos una vida más relajada e igualmente productiva. Tal y como nos cuentan en Pickthebrain si sufrimos episodios de estrés, tal vez deberíamos…
1- Ser más flexibles. En nuestra vida diaria hay situaciones que podemos gestionar, porque dependen de nosotros y otras que sencillamente tenemos que aceptar. Si tenemos que acudir a una reunión y estamos en un atasco y no avanzamos, de poco nos va a servir el ponernos a pitar y enfadarnos. Resulta más productivo aceptar la situación tal y como es, llamar por teléfono e informar de la situación.
Adoptar una mentalidad flexible, el saber que estamos rodeados de imponderables que no vamos a poder controlar y que incluso pueden afectar a nuestros objetivos profesionales en cualquier momento, es clave para evitar episodios de estrés y mantener nuestra tensión a un nivel saludable.
2- Sexo. Muchas personas suelen combatir el estrés bebiendo más, pero como todos sabemos, no suele ser la mejor solución. Lo que sí está demostrado es que el sexo no solo es placentero y sano, sino que además es una estupenda forma de liberarse de todas las tensiones que hemos acumulado a lo largo del día.
Durante el acto sexual se liberan determinadas hormonas (endorfinas y otras) que no sólo nos relajan y consiguen que nos sintamos bien, sino que facilitan que conciliemos el sueño y descansemos mejor.
3- Ejercicio. El ejercicio es otra estupenda forma de liberar endorfinas y relajarnos, dejando atrás los problemas y tensiones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra jornada laboral.
El deporte no sólo consigue que estemos en mejor forma física, sino también mental, ya que llegaremos a nuestro puesto de trabajo más descansados y más preparados para lidiar con todo tipo de problemas.
4- Mascotas. Cada vez más estudios demuestran que tener un perro o un gato, realmente ayuda a disminuir nuestro nivel de estrés. Esto se produce porque probablemente son los únicos que nunca nos van a juzgar, nos hacen compañía y generalmente se alegran de vernos cuando volvemos a casa.
Muchas veces estar con nuestra mascota nos ayuda a olvidar nuestros problemas y aunque sea por un breve espacio de tiempo, nos sentimos más relajados, mejor. De hecho en Estados Unidos se está poniendo de moda el llevar a las mascotas al trabajo, creando un ambiente laboral del que todos se benefician.
5- Más tiempo libre. A veces la causa profunda del estrés se encuentra en el hecho de que no tenemos tiempo para dedicarnos a algo que realmente nos guste. Tener un hobby, reservar tiempo para leer, poder quedar con nuestros amigos, etc. son pequeños lujos que el estilo de vida moderno se empeña en limitar.
Es importante también tener tiempo para nosotros mismos, en el que nadie pueda interferir. Tiempo de calidad que realmente disfrutamos. Recomendamos para ello utilizar nuestra agenda para reservar citas con nosotros mismos, de la misma forma que programamos una reunión.
6- Limita el café y otras bebidas estimulantes. Es cierto que la cafeína aumenta nuestro nivel de atención y en cierta forma consigue que nos sintamos mejor. Pero también lo es que más de dos o tres cafés al día provocan un efecto contraproducente, aumentando nuestro nivel de estrés y de ansiedad.
La cafeína aumenta nuestro pulso sanguíneo y por lo tanto magnifica las sensaciones que tenemos en ese momento, tanto positivas como negativas. Mucho peor es sustituir el café por otras bebidas energéticas que únicamente deben ser utilizadas en el caso de que estemos practicando deporte.
7- Descansa. Cuando estamos cansados, el menor de los problemas puede parecernos una montaña imposible de superar. Además tendemos a ser más irritables y no tomamos las mejores decisiones.
Es muy importante descansar de forma adecuada, ni tomar antes de dormir ningún estimulante que pueda afectar a nuestro sueños (cafeína, alcohol). No todo el mundo necesita dormir ocho horas para sentirse bien pero por lo general, dormir menos de siete horas no es recomendable.
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