Es muy frecuente que se atribuya al estrés cualquier trastorno de salud que esté afectando a una persona y, la mayoría de las veces, no es así.
El estrés es una situación agresiva de origen física, psicológica, mental, afectiva, social, biológica o espiritual que requiere una respuesta del individuo.
No es una enfermedad, aunque puede ser el detonante para su producción. La realidad es que esta respuesta puede ser adecuada y el problema se resuelve de inmediato.
CAUSAS
Dentro de las causas del estrés están la muerte de un ser querido, el divorcio o la separación de un miembro de la pareja, deudas, exigencias en el trabajo, el uso y el abuso de muchos medicamentos, pérdida del empleo, el consumo excesivo de café y alcohol, asó como el uso del tabaco y otras drogas.
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS MAL MANEJADO
El estrés puede aumentar la producción de radicales libres. Es una causa muy frecuente de dolor de cabeza. De hecho, la llamada cefalea tensional, es originada fundamentalmente por el estrés.
Puede dar, además, cansancio, irritabilidad, diarrea, colitis, elevación de los triglicéridos y el colesterol, aumento del número de latido por minuto del corazón, palpitaciones en el pecho, gastritis, vómitos, dolor en el cuello, en los hombros, la espalda, insomnio y hasta policitemia vera (que es cuando la gente dice que está pasada de sangre) puede provocarla el estrés.
Por efecto del estrés aumenta la producción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) en la glándula hipófisis o pituitaria y ésta llega a través de la sangre a las glándulas suprarrenales desencadenando la producción de la llamada hormona del estrés que es el cortisol.
Como consecuencia de la acción de esa sustancia la labor del glóbulo blanco, como parte importante de los mecanismos defensivos del cuerpo, se ve limitada y entonces, los microbios no tienen quien los frene, aumentando así la posibilidad de que se produzcan las infecciones y esto, aunque parezca extraño, es una consecuencia del estrés.
También se crean las condiciones propicias para la producción de muchos tipos de alergias, debido a que los eosinófilos, unos glóbulos blancos que se activan en las situaciones de alergia, son inhibidos durante el estrés como los demás elementos leucocitarios.
Sin embargo, pocas veces se piensa en esta posibilidad cuando se recibe a un paciente con este trastorno tan frecuente en la actualidad. Todo lo contrario, en muchos casos el médico opta por tratar las alergias, incluyendo el asma, con cortisona o un medicamento derivado de esta sustancia.
Como consecuencia del estrés se eleva la cantidad de adrenalina en el cuerpo y esto hace que el corazón lata más rápido y aumente la presión arterial.
DIETA Y MANEJO DEL ESTRÉS
Para el manejo del estrés se aconseja combinar la terapia psicológica, el ejercicio físico, el uso de medicamentos, la dieta, la acupuntura y hasta la hipnoterapia si fuera necesario. En muchos casos con uno de estos elementos es suficiente para que el paciente retorne a la normalidad.
En los casos en que sea imprescindible la acción de dos o más de los recursos anteriores el terapeuta debe saber seleccionar las opciones más recomendables para que el individuo recobre su salud.
El ejercicio físico, programado por un experto, puede ayudar mucho, ya que es una forma de romper las tensiones o por lo menos constituye un mecanismo apropiado para disminuirlas. También pueden ayudar los masajes sobre las cejas, el cuello y las sienes, siempre tomando en cuenta que es más conveniente hacerlos con movimientos circulares en dirección contraria a las manecillas del reloj para que el efecto sea mejor.
La dieta para evitar las consecuencias del estrés
Se aconseja a las personas que sufren de estrés que coman muchas frutas, sobre todo las de color amarillo, porque contienen beta caroteno, un pigmento que ayuda, de manera significativa en esta situación.
Entre éstas se debe preferir la naranja, chinola, cereza, guayaba, limón, toronja y cualquier otra que aporte, además del beta caroteno, vitamina c ya que se ha comprobado, a través de varias investigaciones, que esta vitamina, llamada también ácido ascórbico, contrarresta el estrés e interviene en las glándulas suprarrenales elaborando la hormona que se produce frente al estrés para combatirlo de manera natural.
La achicoria (Cichorium intybus) es otra planta que se debe aconsejar a la persona que sufre de las consecuencias del estrés ya que tiene propiedades muy parecidas a la lechuga y se puede comer en ensalada de la misma manera.
Los individuos que tienen estrés deben evitar los alimentos con edulcorantes artificiales, el chocolate, el café, el alcohol y las frituras.
También se deben eliminar de la dieta los productos lácteos, por lo menos durante 20 días y las bebidas gaseosas, principalmente, las que contienen cafeína.
El estrés es una situación agresiva de origen física, psicológica, mental, afectiva, social, biológica o espiritual que requiere una respuesta del individuo.
No es una enfermedad, aunque puede ser el detonante para su producción. La realidad es que esta respuesta puede ser adecuada y el problema se resuelve de inmediato.
Los individuos que tienen estrés deben evitar los alimentos con edulcorantes artificiales, el chocolate, el café, el alcohol y las frituras |
Dentro de las causas del estrés están la muerte de un ser querido, el divorcio o la separación de un miembro de la pareja, deudas, exigencias en el trabajo, el uso y el abuso de muchos medicamentos, pérdida del empleo, el consumo excesivo de café y alcohol, asó como el uso del tabaco y otras drogas.
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS MAL MANEJADO
El estrés puede aumentar la producción de radicales libres. Es una causa muy frecuente de dolor de cabeza. De hecho, la llamada cefalea tensional, es originada fundamentalmente por el estrés.
Puede dar, además, cansancio, irritabilidad, diarrea, colitis, elevación de los triglicéridos y el colesterol, aumento del número de latido por minuto del corazón, palpitaciones en el pecho, gastritis, vómitos, dolor en el cuello, en los hombros, la espalda, insomnio y hasta policitemia vera (que es cuando la gente dice que está pasada de sangre) puede provocarla el estrés.
Por efecto del estrés aumenta la producción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) en la glándula hipófisis o pituitaria y ésta llega a través de la sangre a las glándulas suprarrenales desencadenando la producción de la llamada hormona del estrés que es el cortisol.
Como consecuencia de la acción de esa sustancia la labor del glóbulo blanco, como parte importante de los mecanismos defensivos del cuerpo, se ve limitada y entonces, los microbios no tienen quien los frene, aumentando así la posibilidad de que se produzcan las infecciones y esto, aunque parezca extraño, es una consecuencia del estrés.
También se crean las condiciones propicias para la producción de muchos tipos de alergias, debido a que los eosinófilos, unos glóbulos blancos que se activan en las situaciones de alergia, son inhibidos durante el estrés como los demás elementos leucocitarios.
Sin embargo, pocas veces se piensa en esta posibilidad cuando se recibe a un paciente con este trastorno tan frecuente en la actualidad. Todo lo contrario, en muchos casos el médico opta por tratar las alergias, incluyendo el asma, con cortisona o un medicamento derivado de esta sustancia.
Como consecuencia del estrés se eleva la cantidad de adrenalina en el cuerpo y esto hace que el corazón lata más rápido y aumente la presión arterial.
DIETA Y MANEJO DEL ESTRÉS
Para el manejo del estrés se aconseja combinar la terapia psicológica, el ejercicio físico, el uso de medicamentos, la dieta, la acupuntura y hasta la hipnoterapia si fuera necesario. En muchos casos con uno de estos elementos es suficiente para que el paciente retorne a la normalidad.
En los casos en que sea imprescindible la acción de dos o más de los recursos anteriores el terapeuta debe saber seleccionar las opciones más recomendables para que el individuo recobre su salud.
El ejercicio físico, programado por un experto, puede ayudar mucho, ya que es una forma de romper las tensiones o por lo menos constituye un mecanismo apropiado para disminuirlas. También pueden ayudar los masajes sobre las cejas, el cuello y las sienes, siempre tomando en cuenta que es más conveniente hacerlos con movimientos circulares en dirección contraria a las manecillas del reloj para que el efecto sea mejor.
La dieta para evitar las consecuencias del estrés
Se aconseja a las personas que sufren de estrés que coman muchas frutas, sobre todo las de color amarillo, porque contienen beta caroteno, un pigmento que ayuda, de manera significativa en esta situación.
Entre éstas se debe preferir la naranja, chinola, cereza, guayaba, limón, toronja y cualquier otra que aporte, además del beta caroteno, vitamina c ya que se ha comprobado, a través de varias investigaciones, que esta vitamina, llamada también ácido ascórbico, contrarresta el estrés e interviene en las glándulas suprarrenales elaborando la hormona que se produce frente al estrés para combatirlo de manera natural.
La achicoria (Cichorium intybus) es otra planta que se debe aconsejar a la persona que sufre de las consecuencias del estrés ya que tiene propiedades muy parecidas a la lechuga y se puede comer en ensalada de la misma manera.
Los individuos que tienen estrés deben evitar los alimentos con edulcorantes artificiales, el chocolate, el café, el alcohol y las frituras.
También se deben eliminar de la dieta los productos lácteos, por lo menos durante 20 días y las bebidas gaseosas, principalmente, las que contienen cafeína.
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