ENERGIA ESPIRITUAL Y FELICIDAD |
Energía espiritual y felicidad son dos hermosas palabras que vienen a poner el acento sobre el polo opuesto a las miserias que esta Sociedad de la Infelicidad Global como pudiera ser llamado nuestro mundo, arroja diariamente sobre quienes invariablemente somos sus artífices, pues una colectividad es una suma de componentes individuales que dan y reciben, y donde cada uno debe revisar lo que aporta de positivo o negativo a través de pensamientos, sentimientos, sensaciones, palabras y actos por los que expresa su nivel de energía espiritual o, si se quiere, su nivel de conciencia.
Sin duda el deseo de felicidad es un poderoso móvil –consciente o inconsciente- de todos los actos humanos que moviliza la energía de cada uno hacia donde cree poder hallarla.
Sin embargo, quien se la pone como meta y móvil de su vida y corre tras ella no tarda en darse cuenta de lo esquiva que resulta. Y es que es ella la que viene a nosotros como resultado de nuestras acciones.
Energía espiritual y felicidad son dos profundos anhelos íntimos que el mundo despolarizado de mercachifles, pretende vendernos disfrazados de excitantes y placeres sustitutivos: drogas, distracciones, cuyo uso y abuso precisamente nos baja nuestra energía y nos conduce a la infelicidad cuando nos convertimos en dependientes.
Se pretende por el mundo materialista que los sentidos y la distorsión de la mente sirven para amortiguar y acallar la voz del Ser que en nuestro interior nos hace llamados a la conciencia y al uso correcto de nuestra energía espiritual de muchas maneras. ¿Cómo se puede construir algo perdurable con semejantes principios? Pero nuestra civilización se basa en ellos; se ha construido con estos principios.
Por tanto, su final no puede ser más previsible. Vivimos en estos tiempos una verdadera decrepitud de esta civilización junto a otros tipos de culturas emergentes más espirituales y racionales, defensoras de valores espirituales y de la Tierra, aún no suficientemente fuertes para sustituir a este mundo caduco, pero ya lo harán en su momento.
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